En su mensaje a los venezolanos, el padre Fortea destacó que la “guerra” de los opositores a Maduro “no es con armas materiales, sino con oración, heroísmo, sufrimiento, organización de la resistencia, fe en Dios y pacífica defensa de la libertad.
Noel Álvarez*
En una reciente publicación en su blog, el sacerdote y teólogo español José Antonio Fortea Cucurull, envía un fuerte mensaje al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro: “La Verdad ya está marchando”. Una de las canciones que siempre ha impresionado al teólogo y exorcista, es el Himno de la batalla de la República, una hermosa pieza musical con toda una preciosa historia detrás.
“Cuando los Estados Unidos, luchó la última batalla de su revolución, la guerra por la libertad de los esclavos del sur, una mujer muy religiosa se levantó en mitad de la noche y escribió llena de inspiración, de una sola vez, la impresionante letra de este himno. Una letra que es todo un sermón bíblico, todo un cántico de guerra que otorgaba un significado religioso a esa lucha. Una letra que diese ánimos a los que luchaban por la causa justa. De inmediato, el himno se extendió como el fuego en un pajar, el boca a boca hizo todo. Y, en verdad, que es una canción que puede gustar o no, pero que no deja indiferente a nadie”, expresa el padre.
El 19 de noviembre de 1863, el presidente Abraham Lincoln dejó esta refrescante frase: “Que esta nación, bajo Dios, renazca en libertad. Y que el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, jamás perezca sobre la Tierra”. En su mensaje a los venezolanos, el padre Fortea destacó que la “guerra” de los opositores a Maduro “no es con armas materiales, sino con oración, heroísmo, sufrimiento, organización de la resistencia, fe en Dios y pacífica defensa de la libertad”. ¡Viva Cristo, viva la tierra que vio nacer la dignidad de un pueblo que no agacha la cabeza porque tiene la mirada fija en su Creador!
Dado que los que tiene Nicolás Maduro a su alrededor le aconsejan mal, “tengo la moderada esperanza que lea este blog en busca de guía y consejo. Ayer nos sorprendió convocando una Asamblea Nacional Constituyente. ¿Se ha hecho tal cosa en la Historia, que un gobernante, y no el Pueblo, constituya tal asamblea no libre, sin ninguna legitimidad, manipulada desde el principio? Sí, se ha hecho y se puede hacer”, expresa el sacerdote español.
Se puede hacer, dice Fortea Cucurull, “si se está en el frenesí del comienzo de la Revolución Francesa o en los albores de la Revolución Rusa o se podía haber hecho en 1933 en Alemania, cuando toda una nación expectante aguardaba a ver qué lograba ese nuevo régimen. Pero le aseguro, se lo aseguro con todas mis fuerzas, que resulta imposible constituir ese régimen después de dieciocho años en el poder. Si los tiranos que ha habido en la Historia hubieran tenido la capacidad de pulsar el botón de auto resurrección con la excusa de dos palabras Asamblea Constituyente, créame que lo hubieran hecho”.
El gobierno tiene el agua en los tobillos y con palabras mágicas no se puede sostener. Añade el religioso: “si un régimen se pudiera embalsamar, lo hubieran embalsamado. Si los tiranos hubieran podido mantenerse en el trono a base de bombas atómicas contra sus ciudadanos, lo hubieran hecho. Pero llega un momento en que ni con bombas atómicas ni con embalsamamientos, ni con palabras mágicas se puede evitar que el Titanic se vaya al fondo el mar a 56 km por hora con un ángulo de 11º y 38.000 toneladas de agua en sus bodegas. Pero parece que usted, con el agua en los tobillos, otorga a las palabras Asamblea Constituyente, un poder político-esotérico que le rejuvenecerá y hará desaparecer las canas”.
Con palabras muy duras contra un mandatario electo democráticamente el teólogo recuerda los tribunales penales. “Dos palabras frente a dieciocho años, un pueblo hambriento y las calles tomadas y masas desesperadas. Pero si usted quiere seguir adelante en su proyecto de Constitución sin el Pueblo, a pesar el Pueblo y contra el Pueblo, pues adelante. Puede apretar a fondo el acelerador de su vehículo para estrellarse contra un muro de 31 millones de seres humanos. Hay gente que tiene vocación de policía, otros de arquitecto, otros de médico. Usted tiene vocación de comparecer ante un tribunal de justicia internacional por delitos contra la Humanidad. Y le aseguro que ése es el mejor de los escenarios que aparecen en su horizonte”.
Muchos presidentes con vocación dictatorial prefirieron retirarse a tiempo antes que bañarse de sangre. “Le repito que es posible hacer esa Trampa Constitucional con una brutal represión al comienzo de una tiranía de corte revolucionario, pero no factible tras dieciocho años y con la banda tocando en la cubierta mientras se arrían los últimos botes. Ahora ya la única duda es si usted se retira tras un impresionante baño de sangre o sin ese baño de sangre”.
*Coordinador Nacional de IPP-Gente
@alvareznv