
En su intervención Baltazar Porras pidió al Señor y la Virgen Santísima “que sigan bendiciendo la generosidad de este pueblo del Táchira que lo llevo en el corazón y nunca he sentido ningún rubor de decir que parte de lo que tengo lo debo a esta herencia tachirense”.
Thais Aguilar/CNP 9810
La pasada semana la feligresía de San Cristóbal recibió a Baltazar Porras luego de su reciente designación por el Papa Francisco, como nuevo Cardenal venezolano. En sesión solemne celebrada en su honor por el Concejo Municipal en la Catedral, se le confirió el título honorífico de “Hijo Ilustre de San Cristóbal” y recibió las Llaves de la Ciudad.
La sesión solemne contó con la presencia del presidente del Concejo Municipal de San Cristóbal, Orlando García, acompañado por los concejales Eduardo Delgado, Floranlli Márquez, Yosmar González, Gerardo Rincón, Wladimir Vivas y Alexis Vivas, así como por la alcaldesa Patricia de Ceballos, el Obispo de la Diócesis de San Cristóbal, Mons. Mario Moronta; el Obispo auxiliar de Mérida, Luis Alfonso Márquez, el homenajeado Cardenal Porras y la oradora de orden, la comunicadora social Haideé Useche.
En sus primeras palabras expresó el Cardenal Porras, “Es tiempo de profundo llamado al trabajo tesonero, que hay que hacerlo en muchas ocasiones con sudores y lágrimas, pues es el único que puede reconstruir entre nosotros la verdadera fraternidad y ser capaces de convertir las lanzas en podaderas, para que podamos hacer de todos los signos de muerte, signos de vida, y eso lo aprendemos en medio de las situaciones que son difíciles porque son ellas las que miden la capacidad que tenemos de superar los males que nosotros mismos hemos podido construir”.
Agradeció el honor que le fue concedido por la municipalidad en esta sesión solemne, destacando que siempre se ha mantenido en los caminos de los tachirenidad, la cual calificó como colmada de valores humanos, familiares y cristianos que han de ponerse al servicio de los que nos rodean y principalmente de los más pobres y los más necesitados.
La ocasión fue propicia para que recordara su herencia familiar y cultural tachirense, y muy especialmente su cercanía con Mons. Arias Blanco, quien lo bautizó en la Catedral de San Cristóbal, lo confirmó y lo llevó al seminario, así como las enseñanzas recibidas de los formadores tachirenses como Miguel Antonio Salas y Alfonso Monsalve que forjaron sus virtudes sacerdotales y las de muchos otros para enfrentar todas las adversidades.
En sus palabras la juventud estuvo presente enfatizando que “son la generación de relevo que puede colocar muy en alto las muchas virtudes que desde el Táchira se han sembrado para bien de todo el país”, agregó que este Estado como lo refiriera Juan Pablo II en una visita Venezuela, es la “reserva espiritual de Venezuela” lo que significa poner las virtudes del trabajo y la solidaridad, al servicio de todos, sin ningún tipo de distinción.
—La Iglesia no es otra cosa sino la que quiere ser servidora, no solo los obispos, sacerdotes y religiosos, sino todos nosotros, los bautizados, estamos llamados a poner la otra mejilla en defensa de la verdad, de la transparencia, del verdadero sentido de fraternidad, porque solo es la ternura y el amor lo que construye y hace posible superar todas las dificultades—, indicó.
Finalizó su intervención pidiendo al Señor y la Virgen Santísima “que sigan bendiciendo la generosidad de este pueblo del Táchira que lo llevo en el corazón y nunca he sentido ningún rubor de decir que parte de lo que tengo lo debo a esta herencia tachirense, en la que las virtudes humanas y cristianas siempre han sobresalido”.
Acuerdo
El cronista de la ciudad, Dr. Luis Hernández, dio lectura al acuerdo mediante el cual el Concejo Municipal de San Cristóbal designa al Dr. Baltazar Enrique Cardenal Porras Cardozo de “Hijo Ilustre de San Cristóbal”, destacando dicho acuerdo que cumpliendo con la normativa municipal, previamente fue designado “Hijo Adoptivo de San Cristóbal” y en sesión del pasado 6 de diciembre se le confirió el título de “Hijo Ilustre” que se le entregó formalmente en esta sesión solemne.
En el acuerdo se destaca que el Ilustre prelado, ahora Príncipe de la Iglesia, ejerció el cargo de Administrador Apostólico en 1998, por la circunstancia especial del fallecimiento de Mons. Marco Tulio Ramírez Roa, y que durante su ejercicio en la Diócesis de San Cristóbal, anunció el 15 de agosto de 1998, que la Santa Sede dispuso que la Basílica de Nuestra Señora de la Consolación de Táriba sería elevada a la categoría de Santuario Mariano, hecho que enaltece al pueblo católico del Táchira.
De igual manera se reitera que el nombramiento de Hijo Ilustre constituye motivo de alto honor para la sociedad tachirense, al ratificar que tan egregio venezolano es una de las figuras más prominentes del clero nacional de todos los tiempos, y “ha sobresalido por el brillo acrisolado de su virtud sacerdotal, por la entrega y fiel consecuencia evangelizadora como Pastor Diocesano, y sobre todo por el elevadísimo rango de su sapiencia, así como por su eminente condición de humanista y hombre público, defensor de los valores democráticos que distinguen al pueblo venezolano”.
La copia en pergamino del acuerdo, fue entregado tanto a Mons. Marco Tulio Ramírez Roa, como a Mons. Mario Moronta, al Dr. Roberto Avendaño como presidente de la Academia de Historia del Táchira y a la oradora de orden Haideé Useche.
“Pastor de la Iglesia”
Por su parte, en el discurso de orden, la comunicadora Haideé Useche encomió las virtudes humanas y cristianas del recientemente designado Cardenal de la Iglesia Católica al frente de los diferentes cargos que ha tenido, como sacerdote, rector, profesor, doctor en Teología Pastoral, obispo auxiliar, obispo, arzobispo, presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, vicepresidente del Consejo Episcopal Latinoamericano, cronista oficial de la ciudad de Mérida, miembro de número de la Academia de Mérida, columnista de importantes medios nacionales e internacionales, ahora Cardenal, pero sobre todo con el más importante de los cargos: “discípulo de Jesucristo, humilde y sencillo a los pies del Maestro”.
-La experiencia de remar mar adentro como pastor de la Iglesia Católica ha llevado al Cardenal Baltazar Porras a conocer de cerca diferentes realidades y de la misma manera con mucha responsabilidad y amor por el pueblo de Dios se ha convertido en un teólogo que profundiza las necesidades de esta sociedad para levantarse como un profeta que denuncia las injusticias y anuncia la buena nueva del reino de Dios-, subrayó.
¿Cómo ve usted el trabajo católico hasta ahora realizado por el Cardenal Baltazar Porras? Su opinión es de nuestro interés.